Al amanecer varios grupos de exploradores partieron del campamento principal con la misión de recabar la máxima información posible sobre el enemigo y (en esto Kurgot había sido muy claro) "¡¡Nada de pararse a zaquear granjas o lo que zea!!. Vaiz, miraiz y volvéis aquí lo más rápidamente pozible o...". Y aquí sí que fue comprensible hasta para el orco más duro de mollera, cuando agarrando a uno de sus sirvientes goblins le aplastó la cabeza con sus manos, como si fuese un melón maduro. Trozos de craneo salpicaron a los más cercanos, pero nadie dijo una palabra (o un gruñido).
Los "pellejoz silenciozoz" de Shasnag |
Shasnag estaba al mando de uno de estos grupos de exploradores, "Los pellejoz silenciozoz". Llevaba bastante tiempo en esto y le gustaba. Ser explorador le permitía conseguir algo de botín extra, saqueando granjas y pequeños asentamientos, antes de que llegase el grueso de la horda. Por eso esta misión no le gustaba, le quitaba toda la gracia al asunto, ¡toda la diversión!. De todas formas llevaban varias horas de marcha y no habían visto ni una sola edificación, sólo árboles, praderas, más árboles... ¡Espera! ¿Qué es eso que se ha movido entre la espesura?...
- ¡Todoz preparadoz! ¡que nadie ze mueva hasta que yo lo diga! ¡vamos a darlez duro!.
¡Estamoz rodeadoz! |
Estaban rodeados. Les habían cojido por sorpresa y ahora estaban rodeados. Shasnag comenzó a dar órdenes y a repartir mamporros entre sus tropas, no podía perder tiempo, dos unidades de bárbaros del caos y un grupo de esos sarnosos perros del caos se les acercaban rápidamente, con clara intención de cargarles con toda su fuerza desde el oeste, norte y este. Con una peña de arqueros goblins nocturnos y sus orcos con lanzas no podría hacer gran cosa, pero había que intentarlo. Dispuso las dos peñas espalda contra espalda y esperó el impacto. Los mastines eran más rápidos y se lanzaron babeando contra los goblins nocturnos.
Espalda contra espalda |
"Aguantaz y disparaz" les gritó Shasnag y vaya si lo hicieron. Arrojaron una lluvia de flechas que abatieron a uno de los animales y apretando los dientes aguantaron la embestida. Mordiscos, golpes, cuchilladas y muchos gritos, y finalmente los goblins mataron a la mayoría y el único superviviente hizo caso a su instinto, dió media vuelta y huyó.
Los arqueros goblins aguantan |
La cosa iba bien de momento pero los dos grupos de barbaros estaban ya muy cerca y los goblins no iban a tener tiempo de maniobrar para encarar la nueva amenaza y recibirían otra carga por su flanco izquierdo. Shasnag por su parte, dirigió a sus chicoz para que diesen el frente al enemigo q se acercaba por el este y esperó, no había tiempo para más. Sólo esperaba que los malditos goblins aguantasen o su retaguardia quedaría a merced de sus enemigos.
Los bárbaros del caos avanzan |
Los bárbaros se abalanzaron gritando contra ellos y casi simultáneamente impactaron contra sus respectivos objetivos. Los orcos de Shasnag pelearon como... bueno, como orcos y tras una brutal pelea, los bárbaros decidieron que era suficiente castigo por ahora y comenzaron a huir, pero no fueron lo suficientemente rápidos y sus adversarios, que corrian tras ellos gruñendo, lograron alcanzarlos y despedazarlos.
Choque de acero contra acero |
Los bárbaros son alcanzados y masacrados |
Pero mientras esto ocurría los goblins habían recibido una embestida por el flanco y el pánico hizo mella en ellos. Tirando sus arcos al suelo y levantándose las negras túnicas, pusieron tierra de por medio y no pararon de correr hasta... bueno, quién sabe, probablemente sigan corriendo.
Los goblins huyen colina arriba |
Sus pequeñas piernas verdes fueron demasiado rápidas para los bárbaros que no pudieron darles alcance y aquí es donde Shasnag tuvo la suerte de su parte, puesto que si los bárbaros hubieran refrenado sus ansias de sangre y no hubieran perseguido a los goblins, podrían haberle atacado por la espalda. Pero ya era tarde para ellos, las tornas habían cambiado y ahora era él el que tenía el flanco desnudo de sus enemigos a distancia de carga. Estaban desprotegidos, iba a terminar con ellos de una vez por todas, la victoria era suya...
- ¡Jefe, Baknar no para de pincharme con zu lanza!
-¡Eso ez mentira, erez un apeztoso mizerable!¡te vaz a enterar!
-¡Eh, no empujeiz!
"Nooooo, noooo". No se lo podía creer. En un santiamén toda la peña se había enzarzado en una pelea a puñetazos ¡y el enemigo estaba maniobrando hacia ellos!. Shasnag repartía golpes con un ojo puesto en la peña, mientras con el otro veía los rostros enrojecidos y furiosos de los bárbaros acercarse a toda velocidad.
¡Te vaz a enterar! |
Un par de orcos inconscientes (o quizás algo más) fueron suficientes para que la peña se organizase lo suficiente para recibir la carga con cierto orden. La pelea con los bárbaros fue sangrienta, pero los "pellejoz silenciozoz" finalmente consiguieron hacer huir a los seguidores del caos, y con un grito de furia, corrieron tras ellos, les dieron alcance y los aniquilaron. Todo había terminado y habían ganado.
Los últimos bárbaros son aniquilados |
El jefe orco miraba a su alrededor satisfecho, cuando se percató que más allá de la linea de árboles, en la lejanía, se percibía la silueta de lo que parecía una atalaya defensiva. Tendría que investigarlo y volver al campamento con la información, pero primero... ¡había que despojar a estos cadáveres de su preciado botín!. Después de todo no había sido tan mala la misión, pensó. Y una sonrisa llena de colmillos se dibujó en su feo rostro.