miércoles, 16 de febrero de 2022

La Reliquia del Bufón - Prólogo

 ¡Que maldita suerte, que maldita!. Después de todo un invierno prisionero de esos locos adoradores del caos, por fin había escapado, pero sólo para caer en manos de los brutales orcos. Pero su mente y su cuerpo no podían resistir más, lo único a lo que aspiraba ya, era a una muerte rápida a cambio de contar todo lo que sabía. Quizás pudiese negociar sólo eso con esta estupida raza. Y puede que incluso tomarse su particular venganza, exagerando un poco las cosas y azuzando a éstas bestias para que se matasen mutuamente. Sí, eso haría, se iría de este mundo con una amarga sonrisa de triunfo.

Los orcos interrogan al prisionero

Kurgot no podía creer la suerte con la que Gorko lo premiaba. La falta de botín y pelea estaba descomponiendo la horda. Cada día había más deserciones, pronto no quedarían  guerreros suficientes ni para arrasar una aldea. Pero esto iba a cambiar gracias a la información de un prisionero humano que habían capturado los exploradores. Era un tipo importante en su tierra, por lo que contaba, y había sido enviado por su señor, para escoltar una caravana cargada de riquezas, parte de la "dote" (no sabía lo que era eso ni le importaba) de la única hija de éste. El caso es que decidieron ahorrar varios días de marcha atajando por un "bosque de las furias" o algo así, sin saber que éste formaba parte del territorio de Mor-Mur Cuervo de Guerra, Señor de la Mano Roja. La caravana fue atacada, él hecho prisionero y el botín capturado. Decenas de carros cargados de riquezas, armas y armaduras, comida... Un cargamento digno del rescate de un rey, no, no, "¡De un Emperador!" había dicho. Y estaba todo ahí, al alcance de la mano y custodiado por sólo unos pocos guerreros del caos. No eran un problema para Kurgot, solamente había que golpearles un poco más fuerte que a los humanos. Y en cuanto a Mor-Mur, le hundiría el hacha en el cráneo y luego... se lo volvería a hundir, por algo le conocían como Kurgot "¡Una Maz!". La perspectiva de botín y sobre todo de pelea, hacían que mostrara todos sus colmillos en algo que se parecía ligeramente a una sonrisa. Esto le haría ganar fama, muchas peñas se unirían a él y pronto estaría arrasando reinos enteros. Y todo esto a cambio de una muerte rápida había dicho este despreciable humano. Kurgot ordenó a sus lugartenientes que preparasen una partida de exploradores y que partiesen inmediatamente. Necesitaba saber más sobre su enemigo. Luego ordenó hacer los preparativos para levantar el campamento, había que moverse lo más rápidamente posible. ¡Ah! sólo quedaba una cosa por hacer.

Los exploradores se ponen en camino.

- ¡Despellejaz a eze cobarde y huntarlo con zal! ¡Luego atazlo a mi carro de guerra! ¡WAAAGH...!

¡Uuuups!

¿Quieres conocer lo que ocurre al mismo tiempo en el bando del caos? Descúbrelo aquí:

https://cronicadelcaos.wordpress.com/2022/02/14/la-reliquia-del-bufon/

No hay comentarios:

Publicar un comentario